«Corazón tan blanco», de Javier Marías

posted by Vicente

Por Jaume Vidal

Este es un libro que es tan bueno que para entenderlo se necesita poseer un mínimo de inteligencia, porque si no es así, es un tostón. Me sucedió lo mismo que con “El nombre de la Rosa”, empecé la primera hoja cientos de veces, pero no me atraía, y un día, fue como si el libro mísmo me pidiera que lo abrazara y descubriera sus secretos. Empecé a leerlo y pasé las hojas una tras otra hasta llegar al fín.

“Corazón tan blanco” fue un éxito literario en cuanto se publicó, en 1.992. Obtuvo el premio de la Crítica y el Prix l´Oeil et la Lettre al año siguiente y el Premio internacional de Literatura IMPAC de Dublín en 1.997 y ha sido considerado como uno de los libros más importantes de la literatura contemporánea.

“No he querido saber, pero he sabido que una de las niñas, cuando ya no era niña y no hacía mucho que había regresado de su viaje de bodas, entró en el cuarto de baño, se puso frente al espejo, se abrió la blusa, se quitó el sostén y se buscó el corazón con la punta de la pistola…”, así comienza un relato que para mí es un clásico de nuestra literatura que comienza con un sabor dulce y amargo, combinando palabras suaves con hechos dramáticos. El protagonísta, Juan Sanz, que hace también de conductor narrativo, incorpora muchos detalles que recuerdan a la vida de Marías. El personaje es traductor, lo mísmo que le ocurrió a Marías.

Marías, que nació en Madrid en 1.951, tuvo que marcharse a Estados Unidos por problemas políticos de su padre, publicó esta novela, la séptima de su carrera, tres años después de que publicara la anterior, “Todas las almas”, con la que ya empezaba a vislumbrarse el estilo narrativo que más tarde incorporaría a “Corazón tan blanco”.

Mi consejo es que si tienes la ocasión de conseguir este libro, lo hagas. Tal vez no lo leas hoy, o mañana. Quizá no este año o el próximo. Cuando estés preparado, el libro te mirará y tú le devolverás la mirada. Entonces ambos sabréis que ha llegado el momento. En mi caso, pasaron casi seis años desde que lo adquirí en un arrebato tras leer el primer párrafo hasta que lo terminé, en 2001, un día antes de que cayeran las torres gemelas.