Valle de Morna (BTT)

posted by Vicente

Por Josep Cardona

La ruta de esta semana, contrariamente a lo que venía siendo habitual, no sale de Sant Antoni, sino que parte de Santa Eularia y recorre, durante poco más de 38 kilómetros, una zona de interior que se compone de ricos parajes naturales que amenizan la enorme dureza de este trayecto.

Tal como se aprecia en el mapa inferior, partimos de Santa Eularia y tomamos la carretera que se dirige a Sant Joan de Labritja, población que se encuentra a poco más de doce kilómetros. El camino es duro, con una pendiente sutil que juega en nuestra contra. A medio camino, pasaremos junto a la font de Morna, que es escenario de bailes y festejos, que se celebran el 15 de agosto, coincidienco con la festividad de la Asunción de María. Esta fuente destaca por su buen estado de conservación en una de las dos pilas de piedra y por la caracola de mar que decora una de sus paredes interiores.

Seguimos avanzando y al cabo de pocos kilómetros, al poco de finalizar la parte más dura de este recorrido, llegamos a Sant Joan de Labritja, desde el que iniciaremos el camino de regreso a Santa Eularia dando un rodeo para disfrutar de los parajes de interior de estos alrededores, con el encanto añadido de que estan poco poblados.

Alrededor del kilómetro 15 pasaremos por el Pou des Baladre, que nos indica que el siguiente punto de interés está en Sant Llorenç de Balàfia, un pequeño pueblo con encanto que posee numerosos encantos no sólo para el visitante, sino también para los nativos y residentes. Sant Llorenç es conocida principalmente por su conjunto arquitectónico rural, la casa con la torre conocida como Can Pere Musson, sus torres de defensa, su iglesia y su fuente, la font de Balàfia.

Continuando con la ruta, tenemos algún punto con rampas, pero son momentos puntuales y de poca duración. La ruta se hace sencilla en los últimos once kilómetros finales, en los que las vistas y el aire del paisaje rural ayudan a que sin apenas esfuerzo lleguemos a Santa Eularia del Río, población que tiene al Puig de Missa como uno de sus señas de identidad, que es una iglesia que podremos ver con claridad en estos últimos kilómetros. El Puig de Missa se construyó entre los siglos XVI y XVII en sustitución de la antigua iglesia, que se derrumbó. Este conjunto fue declarado paisaje pintoresco a mediados del siglo XX, lo que ha permitido que se conserve con su aspecto y distribución originales.

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