Por @vicent_marí
Situado en pleno centro de Sant Rafel, este conocido restaurante se ha labrado en los últimos años una gran reputación gracias a su gran parrilla, de la que salen jugosas carnes. Abierto en una primera etapa entre 1.949 y 1.970 por su fundador, Joan Ramon Bonet, en 1.961 Can Pilot tuvo el primer televisor de Sant Rafel. No obstante, y gestionado por el hijo del fundador, Joan Ramón Serra y su mujer, Carmen Ribas, el restaurante volvió a abrir en 1.989, que en un principio servía bocadillos y tapas y al que en los últimos años ha incorporado una parrilla que ha hecho que los amantes de la carne sean clientes asiduos. Los fines de semana el local se llena y es preciso hacer una reserva con varios días de antelación.
Aparte de las carnes a la brasa, uno de sus mayores atractivos se basa en la familiaridad en el trato y un precio justo en la carta. Se trata de un local de estética sencilla, tradicional, que posee un espacio interior a cielo abierto desde el que se puede ver el pueblo y la carretera.
A pesar de que no tiene ninguna recomendación en las principales guías, son muchos los famosos y anónimos que se acercan hasta allí con el único propósito degustar un buen trozo de carne a la parrilla o bien que la pueda hacer uno mismo con los hornillos que ponen en la mesa. Pero no sólo tienen carne, sino que también puede uno saborear una pequeña variedad de pescado. Tienen una gran variedad de ensaladas o tablas de queso e ibéricos que bien puede uno tomar como entrante, o bien pasar a la carne o pescado del plato principal y con el que no quedará con hambre. El chuletón de buey es el plato estrella, aunque también dispone de otras carnes de vacuno como el entrecot, el solomillo, el churrasco o la entraña. Entre sus recomendaciones también hay otras carnes como las sabrosas chuletas de cordero, el pollo payés, butifarra catalana, secreto de cerdo, chorizos criollos o algunos platos típicos como la frita de pulpo, de cerdo, berenjenas rellenas, albóndigas caseras y mucho más. Para rematar, los postres típicos caseros que más se demandan son el flaò, la graixonera, la tarta de queso y chocolate o el yogur de limón y el sorbete.
Uno de los atractivos de Can Pilot es que cuidan los detalles de la preparación. De hecho, tal como explica su web, “todas las carnes, sobre todo el buey y el vacuno, tienen que pasar un cierto tiempo en las cámaras frigoríficas lo que se denomina «maceración» para que la carne logre el punto de ternura y sabor ideal. El tiempo que estas piezas deben de estar en las cámaras es variable dependiendo de las distintas características de cada animal”. De esta manera, llega de forma inmejorable a su mesa.
El restaurante dispone de de terraza, climatización y está adaptado para discapacitados.
Cómo llegar: Esta en la carretera que atraviesa el corazón del pueblo de Sant Rafel, a un lado, perfectamente visible.
FICHA
Nombre: CAN PILOT RESTAURANTE ASADOR
Dirección: Sant Rafel
Teléfono: 971 198 293
Cocina: ibicenca y mediterránea
Especialidad: Carnes y pescados a la brasa
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