Por Jose Miguel L. Romero
Cuatro corsarios y basta. La necrópolis corsaria de sa Conillera no da para más. Después de que los arqueólogos María José Escandell y Ricard Marlasca, de Posidònia S. L., excavaran a conciencia durante una semana las cuatro fosas halladas allí el 17 de enero de 2009, les propusieron realizar prospecciones en el resto del islote por si encontraban algo más: «Pero no vimos más enterramientos de esa índole. Sí hallamos elementos etnológicos, como muchas sitges de carbón, un horno de cal y estructuras probablemente concebidas para animales, especies de corrales construidas, posiblemente, por los fareros», explica Escandell. Esta fué una de las novedades que el pasado viernes 24 de enero explicaron, junto a Marlasca, durante la conferencia titulada ´Piratas en sa Conillera´, que ofrecieron en el Museo Arqueológico del Puig des Molins y que fué organizada por las Reservas Naturales de es Vedrà, es Vedranell y los islotes de Ponent.
Los restos de los cuatro cuerpos (depositados en el Museo Arqueológico) fueron encontrados en la zona conocida como es Tragans, a entre dos y tres metros sobre el nivel del mar y a entre 50 y 100 metros de la costa, en la única parte baja de la isla que conserva una pequeña capa de arcillas rojizas sobre la roca madre. Solo dos de ellos estaban relativamente completos (uno sin cráneo, aunque con mandíbula), mientras que otro estaba incinerado y del cuarto había partes amontonadas. Se sabe, por las pruebas de carbono 14 realizadas, que datan del siglo XVI. Los estudios antropológicos los describen como hombres «de tipología mediterránea oriental», turcos, de unos 20 o 24 años de edad, con malformaciones en brazos debido al sobreesfuerzo (quizás por remar), con deficiencias alimentarias (sus dientes lo delatan) y que murieron de manera violenta: a uno le debieron crujir la cabeza y cortar el cuello a golpe certero de afilado alfanje, además de reventar vientre y coxis con explosivos trallazos de plomo, posiblemente «tras un rosario de escopetazos y tiros pedreros», como describe Arturo Pérez Reverte en ´Corsarios de Levante´.
Pero la ciencia no ha podido aún aclarar un montón de dudas que surgen sobre aquella peculiar necrópolis. Por ejemplo, si eran turcos, se supone que oraban a Alá. Pero entonces ¿por qué fueron enterrados en decúbito supino?: «En época islámica medieval –detalla Escandell– los cuerpos se colocaban de costado [decúbito lateral], mirando hacia la Meca. Pero los de sa Conillera se encuentran en posición de decúbito supino, con los brazos a los lados, estirados. Igual no eran muy musulmanes o les enterraban rápido sin pensar en nada más». Precisamente, ahí surge otro de los interrogantes: algunos restos fueron incinerados, algo prohibido en el islam: «Se tiene conocimiento de incineraciones en épocas púnica y romana, no en la medieval. Si hubiesen quemado allí el cuerpo habría más restos óseos. Aunque quizás se los hayan llevado los animales, puede que el agua. O igual el cuerpo se calcinó en una batalla y sus compañeros recogieron los cuatro trozos que quedaron de él».
Pere Vilàs Gil, experto en el tema, apunta a otra posibilidad: «¿Y si quienes los enterraron no eran musulmanes? Puede que quienes los llevaron hasta allí fueran los propios ibicencos», advierte, además de insistir en que aquellos turcos no tenían nada de piratas. «En el Caribe, sí los había, pero en el Mediterráneo solo había corsarios», con patente para atacar únicamente barcos de determinadas banderas, no cualquiera. Jack Sparrow surcaba un mar más lejano.
Otra duda: ¿se enterraron los cuatro a la vez, en una misma jornada, o en varias ocasiones?: «Es difícil de saber. Pero cada uno tiene una tipología distinta. A uno lo cubren losas, el otro es simplemente una fosa y otro es como si lo hubieran amontonado allí… Lo más probable es que se tratara de un camposanto donde llevaban a sus muertos cuando podían. Eso sí, todo dentro de la misma época», indica la arqueóloga. Respecto a los restos amontonados, tiene una hipótesis: «Igual son de un ajusticiado que recogieron fuera de las murallas de Vila y cuyo cuerpo ya estaba en descomposición. No lo sabemos seguro».
Solo hallaron huesos, ni un solo resto más, excepto un buen trozo de plomo de arcabuz incrustado en una vértebra. Ni ropas ni enseres: «Estaban desnudos –comenta la arqueóloga– porque lo reutilizaban todo. Se respetaban sus cuerpos pero aprovechaban todo lo que llevaban encima: cinturones, botas… Igual estaban envueltos en sudarios, enrollados, sin ropa». Escandell no cree que esa leve tela pudiera aguantar el paso del tiempo.
Y mientras uno de los cadáveres presentaba la cabeza quebrada a sablazos de cimitarra, de otro solo quedó la mandíbula: «Tenemos una hipótesis –cuenta Escandell–. Está documentado en ´Els llibres d´entreveniments´, de Joan Marí Cardona, que si se entregaba la cabeza de un pirata al gobernador, daba una recompensa a cambio. Quizás alguien, a sabiendas de que estaba allí ese cuerpo, lo desenterró y se llevó el cráneo. Al estar descompuesto, se le cayó la mandíbula. Descartamos que perdiera la cabeza en el momento de la lucha, pues aún tenía esa mandíbula, que estaba entera y sin tajos». El gobernador pagaba 100 sous por cada cráneo «de moro o moro turco». Que se llevaran la cabeza de ese y no la de quien estaba enterrado cerca aclararía uno de los interrogantes: no todos fueron sepultados al mismo tiempo.
Escandell recuerda aquella excavación como «muy novedosa, porque de piratas no es que se haya descubierto mucha cosa». Pero para excavaciones «alucinantes», la del yacimiento de sa Capelleta (Vila), con tres niveles diferentes de tres distintas épocas. También se encargó del seguimiento de las obras de las autovías, de triste recuerdo por cómo las palas arrasaron decenas de restos con el beneplácito de las instituciones: «Aparecieron una necrópolis, partes de villas púnico-romanas. Al lado de las zanjas halladas ahora donde se construye el nuevo Mercadona encontramos una villa púnica. Parte está bajo los montículos de tierra próximos. Parte fue arrasada por la carretera».
Puedes leer más sobre este tema accediendo al artículo “camposanto pirata en sa conillera”
Cortesía de Diario de Ibiza
Por @vicent_mari Continuando con lo que relatábamos la pasada semana, en esta serie de artículos vamos a ir desgranando los secretos de las Leer más »
Por @vicent_mari No es necesario explicar que Ibiza es una isla, un paraíso flotante en el Mediterráneo junto a su hermana menor, Formentera. Su fama llega a todos los Leer más »
Por @vicent_mari De entre las islas del Mediterráneo, me atrevería a decir que, pese a su reducido tamaño, Ibiza y Formentera son el Leer más »
Por @Vicentmari Luis Miguel Hermoza y Reinhard Huaman Mori han sido los impulsores de una nueva revista de arte y literatura que ya puede encontrarse en Leer más »
Por @Vicent_Mari Formentera Fotográfica, el encuentro organizado por el Consell de la citada isla ya tiene fecha para la edición de este año 2021 y tendrá lugar del 8 Leer más »
Deja un comentario