Sobre cabras y cabrones

Por @vicent_mari

     Escribo con frecuencia y me resulta complicado expresar con palabras la enorme indignación y sentimiento de profunda rabia e injusticia que me ha provocado la matanza y el exterminio de las cabras de es Vedrá generado estos pasados días por un unos pistoleros/técnicos sin remordimientos ni conciencia que, durante unas horas, aprovecharon para matar unos animales indefensos. Las redes sociales no han tardado en arder y arremeter contra los dos responsables políticos de esta decisión hasta el punto de llegar a insultos y amenazas, algo que comprendo, pero no secundo. Espero que se entienda este artículo como una crítica respetuosa, pero eso no va a evitar que me despache a gusto porque a mí y a muchos nos arde la sangre. Eso no se puede quedar dentro. Pero si incluso los volcanes explotan, ¿no lo voy a hacer yo? 

     El mal ya está hecho. Pero más allá de quienes perpetraron esa matanza –porque no es otra palabra. Aquello no fue una partida de caza-, se ha señalado a dos culpables políticos, quienes al parecer, tomaron esa decisión: el conseller insular de Medio Ambiente, Miquel Vericad, de Guanyem Eivissa y la directora de Espacios Naturales de la Consellería de Medio Ambiente, Caterina Amengual, de Més per Mallorca -por cierto, ya sé a quien no votar. Esto no se me va a olvidar-. Y si se me permite la licencia, que dos políticos mallorquines decidan sobre este asunto con tan poca sensibilidad y diligencia –la inteligencia es evidente que no estuvo sobre la mesa ni alrededores- deja como resultado Més cabreig per Mallorca.

     El argumento que se ha sostenido hasta el momento era que peligraba la flora de la isla. Tiene sentido. Todo el mundo sabe que las cabras, a diferencia de las ovejas, se comen incluso la raíz. Por eso son el elemento preferido para limpiar zonas de monte y ayudar en la elaboración de cortafuegos. Esas cabras llevan allí desde hace décadas. Siglos incluso. Si la flora ha estado en peligro desde el primer momento, ¿por qué ahora es tan apremiante actuar? Y lo más importante: ¿Cual hubiera sido el modo de proceder? ¿Perseguirlas por todo el islote y atraparlas a mano? ¿con trampas? ¿con dardos tranquilizantes? ¿asustarlas y dirigirlas para que vayan a una zona determinada donde puedan ser atrapadas facilmente? Todo eso hubiera sido mucho mejor que esa carnicería.

     Otra coartada utilizada para justificar la matanza fue que era el método menos caro. De eso estoy seguro. Pero esa no es la pregunta: ¿Era la mejor solución? Desde luego que no. La excusa de que se trata de un medio más económico solo sirve para enmascarar y de paso enaltecer la torpeza de un par de políticos perezosos que, lo reconocen ellos mismos, no buscaron lo mejor, sino lo más económico. Si se trata de eso podríamos hacer lo mismo con su paga a fin de mes. Y si tanto les preocupa el dinero, tengo una pregunta: Cuando veamos a un perro mear o defecar en suelo público, con lo que nos cuesta limpiar las calles y jardines, ¿disparamos al perro o al que lo lleva de la correa? O dicho de otro modo: en vez de despedir a ese político perezoso e incompetente que nos va a costar a todos un dineral, según su criterio, ¿no sería mejor administrarle una bala? Espero ansioso su respuesta. Eso sería económico, pero creo que no lo mejor. Esa es la diferencia entre su forma de actuar salvaje y la de la amplia mayoría de la población de Ibiza, que se escandalizó con lo que habían organizado ustedes. 

     Se puede perder la razón por las formas y en este caso, las formas han sido repulsivas hasta el punto de que la propia sociedad ibicenca ha elevado un rotundo y unánime grito de condena ante un proceder tan cruel y despreciable. ¿De verdad matar a tiros unas cabras, incluso cabritillos de pocos meses, era la mejor solución? ¿o es que unas cabras representaban un peligro tan grave e inminente que había que liquidarlas sin dilación? ¿Este tipo de soluciones es lo que podemos esperar de estos individuos? No puedo justificar tan poca humanidad ni tan poca creatividad con un tema tan delicado como este. Creo que la urgencia venía marcada por la necesidad de no dejar que la sociedad ibicenca se pronunciara sobre el tema porque se sabía que estaría en contra. Por eso se ha montado todo este circo a hurtadillas, con nocturnidad, a la mayor celeridad posible. Quienes se acerquen a es Vedrá ya no podrán ver esas cabritas juguetonas y saltarinas que daban brincos y observaban con pasividad el resto del mundo y le conferían ese encanto salvaje.

     Me pregunto qué podemos esperar nosotros, quienes vivimos en Eivissa, de un representante electo que, en la primera decisión con cierta trascendencia pública, decide solventarla a tiros. De entrada, no creo que ni él ni ella tuvieran derecho ni autoridad para eso puesto que no son los propietarios de los animales. La solución no era matar cabras. Tal vez fuera lo más económico, pero no era la solución que se esperaba. Si todos los problemas se solucionasen así, la corrupción que actualmente sacude la política, no existiría. Usted, señor Vericad, tendría que estar al frente de la lucha contra la corrupción, porque veo que tiene madera. Por desgracia, el poder sólo actúa así contra el débil. Y si los errores políticos se solucionaran así, ustedes dos, en opinión de muchísimos que les han votado, irían al paredón. ¿Actuarán con la misma determinación y contundencia contra los dueños de los yates que echan el ancla sobre la posidonia y la destruyen? Seguro que no. Les recuerdo que la posidonia es una planta que también necesita protección. 

     No sé si este señor ignora que no fue elegido para esto, para actuar con tanta crueldad hacia esos pobre animales. Si no ha encontrado una solución mejor que esta, debería dimitir de inmediato porque es evidente que el cargo le queda grande. Ni siquiera le he oído un comentario de disculpa o pesar. Nada de eso. ¿Le molestaban las cabras del peñasco? ¿eran un peligro para la flora endémica? El hombre extermina a un buen número de especies animales y vegetales cada año, ¿va a ordenar que nos disparen también?

     El Govern se ha justificado diciendo que los animales no sufrieron. Ya. Lo dicen porque al menos uno de los que mataron las cabras es veterinario. ¿Saben cual es la diferencia entre esa explicación y una mierda pinchada en un palo? La diferencia es el palo. El resto es igual. Los testigos accidentales que vieron a los animales moribundos y abatidos y los que oyeron sus alaridos relatan el terrible sufrimiento de estos animales. El Govern ha demostrado ser incompetente en este asunto. Yo ya he tenido suficiente con este tipo de gente que va a la solución fácil e ignora la opinión de la mayoría. Es propio de cobardes. Y esta acción es típica de carniceros y desalmados. Quienes la ordenan y quienes la ejecutan. Vericad ya debería saber que ha cometido un error garrafal y debería haber presentado su dimisión ayer mismo. Por desgracia, no creo que vea eso como un error a pesar de lo evidente. Eso es ceguera y no lo de la ONCE. Y en cuanto a la dimisión, debo insistir: Como no la pide él, solo nos queda pedirla por él.

     He oído por ahí que había un sitio donde se pedían firmas para la dimisión de los responsables de esa hazaña, Miquel Vericad y Caterina Amengual. A mí y a otros muchos que les votaron agradeceríamos que nos dijeran donde hemos de firmar. No espero de Vericad ni de Amengual más discurrir del que ya han demostrado con esta decisión. Por supuesto, ni tampoco autocrítica. De disculpas ni hablamos.

     Nota: Definición de cabrón: dícese del macho de la cabra. Sé que muchos han establecido cierta relación entre  Vericad y los animales que ordenó exterminar llegando a la conclusión de que quizá esta relación era mucho más cercana de lo que en principio podía parecer. Quería dejar claro que el título no va de eso. En es Vedrá se mataron cabras y machos cabríos. El título se presta a juego y por eso lo elegí. Si hay cabras en el mundo, cabrones ni le cuento. Esto hay que aclararlo. No sea que alguien se sienta aludido. 

     Puedes leer el artículo siguiente sobre el mismo tema titulado «Sobre cabras y cabrones (y II)» pinchando en el enlace.